viernes, 10 de septiembre de 2010

Queden lejos medallas, limosna y lameculos


COMO un extraño tic autobiográfico, una terapia de choque, un deje maniático que parece ser crónico aunque a veces pasemos por crisis de pareja, llámese Guerra Fría, llámese Cese temporal de la convivencia -aunque esta vez apunte a final feliz-; como una visita al confesionario, como un paseo por la playa vacía; como una manera de huir de la asfixia de la rutina; como un secreto a voces.
Así es como ofrezco este blog, y no de otra manera.
Habrá (y no), daños colaterales
sueños decepciones color habitación 306 estructuras literatura vulgarismos artículos reflexiones guiños invierno vocación ralladas hueco al ingenio, y por obligación, al absurdo.
Queden lejos medallas, limosna y lameculos.

"Consentir que nos condecoren es reconocer al Estado o al principe el derecho de juzgarnos, ilustrarnos, etc".


Charles Baudelaire, co-fundador del club cuyo nombre toma prestado este blog.


PD: que disfruten...

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